LOS FORCADOS LOS ÚLTIMOS GLADIADORES PORTUGUESES
Los Forcados son un grupo de ocho hombres que tras los festejos de rejones o recortes entran al ruedo para inmovilizar al toro, recibiéndolo y parándolo con el cuerpo y con la fuerza de los brazos.
¿Cómo comenzó la tradición de los FORCADOS?
En 1258, se recoge la primera actividad taurina en Portugal durante el reinado de Alfonso III. No obstante, las celebraciones taurinas son anteriores a la fundación del Reino de Portugal, en el año 1143, y es difícil precisar la fecha de su origen.
En 1836 durante el reinado de María II de Portugal, se determinó la prohibición de la muerte de los toros en el ruedo, y para complementar la lidia de los cavaleiros (rejoneadores), se comenzó a realizar esta actividad taurina.
El nombre de los Forcados, deriva de la horquilla que llevaban antiguamente los mozos de forcado. Son una evolución de la antigua guardia real portuguesa, que durante el siglo XVII fueron los encargados de hacer guardia y proteger el acceso al Palco Real en los cosos taurinos. Eran los alabarderos de la Guardia Real de Alfonso VI.
En el siglo XIX tuvo formalmente su origen y la existencia de los forcados como la conocemos en el día de hoy.
Horquilla (bastón)
¿Quiénes son los "Forcados"?
Los Forcados son aficionados, amadores en portugués, que viven de desafiar y vencer en grupo la embestida brutal y certera del toro sin cobrar apenas nada a cambio. Actualmente, son grupos de ocho hombres alineados que se distribuyen desde el primer hombre, el “Forcado da cara”, hasta el último, el que sujeta la cola del animal para encontrarse con el toro con el fin de pararle. Se conocen dos tipos de pega la "pega de caras“, que es interpretada por este grupo de hombres y es una de las tradiciones más presentes y que más destacan en toda la tauromaquia portuguesa, además de la "pega de cernelha".
El "forcado de cara", se distingue de sus compañeros en el ruedo porque mantiene en su cabeza el bárrete que es el gorro que heredan de padres a hijos guardándose como una reliquia familiar. Este forcado es el que cita con valentonería al toro y recibe su impacto mientras corre hacia atrás con las manos en la cintura. Al impacto, se agarra al cuello lo más fuerte posible, rodeando con su cuerpo la cabeza. Le sigue, justo detrás, el nombrado "primer ayuda" que se encarga de apoyar a su compañero y tras éste están las "segundas ayudas" agarrando con una mano un pitón y con la otra el lomo del propio animal. El siguiente, es el quinto en la fila, el "rabillador" que se encarga de agarrar por el rabo al toro y, a continuación, están tres más siendo denominados como las 'terceras ayudas', cuya función es cerrar la pega y hacer bloque. Cuando finalmente todo el grupo está agarrado de esta forma y el toro ya está inmovilizado, se da por concluida la pega.
Foto: Justo Rodríguez
El grupo más antiguo data de 1915, y en la actualidad hay forcados en EEUU, México y Venezuela gracias a la inmigración lusa. Dentro de la tauromaquia hay valores esenciales como es el respeto y la antigüedad y en este festejo se mantiene intacto, lo único y como dato curioso es que ésta se pierde cuando el grupo no esté activo por más de una temporada.
Estos hombres a cuerpo limpio son la viva imágen del compañerismo, siempre van todos a una y siempre con el corazón por delante, protegiéndose unos a otros con su propia vida.
Foto: Justo Rodríguez