Por: Juan Granados
Las distintas fases por las que pasa un toro desde su nacimiento son el acrotalamiento, destete, herradero y su destino a las distintas plazas.
Cuando el becerro es visto por el vaquero es acrotalado y cuando cumple un año tiene lugar el herradero. A los dos años empieza la selección, donde se destinarán a novilladas sin caballos o se crían para toros. A los tres años se vuelve a hacer una selección entre todos ellso para destinarlo a novilladas picadas o definitivamente dejarlos para toros. Y a los cuatro años, que ya son toros, serán elegidos por empresarios y ganaderos para las distintas plazas según sus hechuras y sus notas, ahí se valorará para qué tipo de plaza irá cada uno finalmente.
El crotal, el DNI del toro
El crotal es el número de identificación que llevará cada animal en la oreja desde el día de su nacimiento, con forma de pendiente, que sirve al ganadero, mayoral y vaquero para saber la procedencia del becerro y, por consecuencia, tener identificada la reata de la que proviene tanto por parte de su madre y como de su padre. Este número es su DNI y le acompañará a lo largo de su vida.
El Herradero
Entre los seis y ocho meses de edad son apartados de sus madres, esto se conoce como "destete". Una vez destetados, los becerros pasarán a comer pienso para ayudarles en su desarrollo, comenzando a estar más fuertes y preparados para el herradero.
El herradero tradicional se desarrolla por parte de los asistente que cogen a los becerros a mano para inmovilizarlos en el suelo y así proceder a poner los hierros con su número correspondiente sobre ellos. Las marcas de fuego, como se le llama comúnmente en el campo, tienen varios significados: el hierro que representa a la ganadería, el guarismo que es el año de nacimiento, la unión de criadores a la que pertenece y el número de costillar que es el que vemos en la plaza de toros.
Cuando los becerros cumplen los dos años, pasan a llamarse erales. A esta edad se les somete a una selección que se basa en las notas de sus progenitores y en las hechuras del eral. El ganadero decide si será lidiado en novilladas sin caballos o se deja para llegar y criarse como toro. También algunos erales son metidos a la plaza de tienta para probar su bravura frente al caballo, pero sin ser toreados, solo se les cita con ramas de árboles para colocarlos al caballo. Si al ganadero le gusta ordenará su lidia para ver si cumple en todos los tercios, y si es así dejarlo de semental, si no irá al matadero.
Foto: Lanza Digital
Utreros son denominados los novillos al cumplir los tres años. Estos al igual que los erales se vuelven a seleccionar para novilladas con picadores, dependiendo de lo desarrollados que estén, o para toros los que más presencia tengan.
Los animales con cuatro años se les llama cuatreños o toros, estos están destinados a las corridas de toros después de cuatro años desarrollándose en la dehesa. Al acercarse la temporada será decidida la plaza a la que serán destinados, que en parte será decisión del propio ganadero.